La meditación es de sobra conocida por sus innumerables beneficios. La mayoría de las personas acuden a su práctica en busca de paz, relajación, decir adiós al estrés… en resumen, de calidad de vida. 
Es cierto que la meditación nos aporta todo ello, que su práctica regular puede cambiar nuestra vida para siempre, enseñándonos a relacionarnos con el mundo de forma sana, y en consecuencia a ser felices. 
Los budistas nos enseñan a apaciguar la mente, a disfrutar de esa calma de estar presentes, a entrar en el corazón y desde allí contemplar. Ese objeto de contemplación que ellos llaman «virtuoso» es el que nos enseña, nos permite aprender, crecer… hace que la meditación vaya más allá.
Y ahí es donde quiero llegar con éste post.
La meditación es un mar lleno de regalos. Una vez que decides abandonar la orilla y atravesarlo, comienzas a descubrir los miles de tesoros que guarda para tí.
A través de una meditación consciente, guiada hacia un objeto concreto, podemos acceder a los lugares mas increibles y sanadores que nuestra alma esté lista para explorar. 
Es posible adentrarse en la cámara secreta del corazón y descubrir lo que el alma atesora. 

Conocerse uno mismo de verdad, descubrir la auténtica naturaleza luminosa que posee. 

Limpiar memorias. Eliminar energía kármica que ya no es necesaria y dejar que la luz lo llene todo. 

Abrazar el perdón, la compasión, el amor incondicional. Dejar que éstas virtudes se instalen en el corazón.

Elevar la vibración. Limpiar y equilibrar el cuerpo energético. 

Descubrir el propósito del alma. Aprender a vivir en sintonía con él.

Vivir en conexión. En el aquí y ahora. Sentir que formamos parte de la Tierra y el Universo. Comprender nuestro papel en el mundo. 

Abrirnos a otras realidades, a otras dimensiones y a seres de luz que las habitan. Siempre en la luz, en vibraciones de amor que vienen cargadas de enseñanzas, de conocimiento que nuestra alma precisa para evolucionar. 

Trabajar de forma consciente para nuestra evolución a través de una mente positiva, creando una realidad acorde al propósito evolutivo del alma.
Son infinitas las posibilidades que una meditación consciente y guiada puede brindarnos, y ese es el objetivo de la meditación que semanalmente, compartimos en Rincón de Sanación.
Con la mirada puesta en el próximo ciclo que comienza en septiembre, vamos a dar forma a un trabajo de sanación gradual a tavés de la meditación, contínuo y lleno de belleza, que nos llevará hasta julio de 2018 y que nos permitirá observar al final del camino, nuestra evolución, con una inmensa sonrisa.
Como en años anteriores, continuamos con nuestros dos grupos, los miércoles de 20.30 a 21.30 y los jueves de 10.30 a 11.30 hrs. La aportación es voluntaria.
Si este post te ha hecho tilín y deseas participar en nuestra meditación semanal, puedes contactar a través de tel/whatsapp en el 616 294 391 o por mail en montse@rincondesanacion.es.
¡Te esperamos con el corazón de par en par!