Imagina que estás tranquilo, en silencio, escuchando el sonido de los pájaros… uno de esos momentos de conexión con tu Ser y con el mundo. 
De repente ante tí se dibuja una figura luminosa, quizás la de un Ser alado o la de un Maestro. Te mira de forma amorosa e irradia una energía muy pura que te baña por completo y te hace sentir pleno. 
 Imagina que puedes entablar una conversación con ese Ser. Puedes preguntarle lo que desees, esas preguntas que siempre te has hecho y nunca han terminado de ser respondidas. 

Imagina que ese Ser no sólo te responde con alegría e infinito amor a esas preguntas. Además coloca un espejo ante tí en el que puedes verte como el ser de luz que realmente eres. La imagen que el espejo te devuelve te hace comprender tu verdadera naturaleza espiritual, y todas las imperfecciones de la tercera dimensión de repente no son más que cicatrices fruto de un estado de ensoñación del cúal, puedes trascender.

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Los Registros Akáshicos nos permiten entablar una conversación con nuestro Ser. Y lo hacen con la ayuda de nuestros Maestros y Guías que de forma totalmente amorosa y entregada, acceden a la memoria de nuestra Alma y nos traen un torrente de conocimiento para ayudarnos a recordar nuestra auténtica naturaleza espiritual. 
La sanación de los Registros Akáshicos viene a través de la comprensión de nuestra verdadera dimensión, mucho más allá del mundo de la materia. Y lejos de darse a través del dolor, nos llena los ojos de lágrimas de emoción, la de sentirte de regreso a tu verdadero hogar, al Akasha.