Soy Uno contigo, querido ser con el que comparto la misma sangre. Veo tus ojos, tu pelo y tu sonrisa, y me veo ahí, en la piel de mis ancestros. Y siento que Somos Uno.
Soy Uno contigo, compañero de mi vida. Tomas mi mano y siento cómo nuestras energías se reconocen y abrazan, y se vuelven una.
Soy Uno contigo, amigo del alma. Te hablo y me escuchas, y veo mi reflejo en tus ojos. Y mi corazón se ríe y grita de felicidad: ¡Somos Uno!
Soy uno contigo, tú que me miras a través de las noticias y tocas en mi corazón. Y sólo por esa vibración interior sé que tú eres yo, y yo soy tú.
Y Soy Uno con mi perro, con mi gato, con las aves y los insectos, los árboles y las montañas. Con el aire que respiro y el agua que me bebo. Soy uno con la Tierra, con los rayos del Sol, con la Luna y las estrellas.
Y me tumbo por la noche a observar el firmamento y me dejo llevar. Siento mi cuerpo energético vibrar bajo la inmensidad del Universo y puedo viajar a través de él, y observar constelaciones lejanas y galaxias con formas de espiral.
Y en ese preciso momento debo agradecer, pues no me cabe duda alguna de que el Universo y yo SOMOS UNO.