Llevo un tiempo, no sin pena, recibiendo noticias de que diferentes personas del entorno de la Iglesia Católica hacen una publicidad nefasta sobre el Reiki. Y digo con pena, porque me doy cuenta de que hablan sin ningún conocimiento de ésta terapia.
Hace un par de años circuló una nota que un sacerdote de un pueblo de Madrid había dirigido a sus feligreses. En ella decía que los practicantes de Reiki mostraban indicios de posesiones demoniacas. Desde entonces he seguido escuchando de vez en cuando alguna otra anécdota similar, casi siempre con demonios de por medio. He escuchado que los símbolos de Reiki sirven para invocar al demonio y la última, que en el Nivel III de Reiki se invocaba a un demonio Japonés.
De verdad que como practicante de Reiki ésto duele, y voy a tratar de explicar el porqué:
– Reiki es una terapia energética que abarca todos los aspectos del ser humano, el físico, mental, emocional y el espiritual. Hablamos de Espiritualidad, jamás de espiritismo, creo que no es necesario que explique la diferencia.
– Reiki está basado en los principios de la medicina oriental en la cúal la energía es capaz de armonizar nuestro cuerpo y aliviar dolores. En Reiki lo hacemos con nuestras manos, es a través de ellas como la hacemos llegar a otras personas.
– No en pocas ocasiones alumnos de nivel I me preguntan si es posible que al trabajar con energía se les pueda «pegar» alguna energía negativa. Mi respuesta es rotunda: En Reiki somos canales de Energía Universal, ello significa que dicha energía pasa a través nuestro, en ningún caso nos desprendemos de energía propia ni absorbemos energía ajena. Además, teniendo en cuenta que Reiki es la Energía del Universo, de la Creación, podemos decir con total rotundidad que ésta energía, de altisima vibración nos hace inmunes a todo lo que no proviene de la Luz.
– Reiki fue descubierto por Mikao Usui, hombre religioso Catedrático de Teología en la Universidad de Kioto, admirador profundo de la figuras de Jesús y Buda y estudioso de ambos maestros. Con la enseñanza del Reiki Mikao Usui entre otras muchas cosas enseñó a vivir la Espiritualidad de una manera sana y natural, sin jamás difamar ni repudiar a ninguna otra enseñanza, tradición, religión o filosofía, sino abrazando sin temor a todas, comprendiendo con humildad que todos los seres humanos como hijos de Dios poseen una dimensión divina, y todos, absolutamente todos, podemos utilizar la energía de Dios para sanar.
– Mikao Usui nos legó cinco maravillosos principios que los practicantes de Reiki en muy poco tiempo adoptan a su vida de una manera plenamente natural. Uno de ellos dice: «Sólo por hoy bendigo a todo ser viviente», esto recoge la cualidad de no juzgar, de practicar el amor incondicional, de empatizar con los demás, sin importar su origen ni creencia.
– En Reiki trabajamos de la mano de seres de Luz. Aunque sabemos que no es necesario creer en nada para ser practicante de Reiki, los que sí somos creyentes nos sentimos felices de que esos seres a los que Mikao Usui llamaba Ángeles de Reiki, nos ayuden en nuestro trabajo. Para ello agradecemos su presencia, ayuda y protección tanto antes como después de trabajar con nuestras manos.
– Como en muchas prácticas espirituales, en Reiki utilizamos mudras (gestos con las manos), mantras (palabras) y yantras (trazados, dibujos) para llamar a una energía concreta. En eso consisten los símbolos de Reiki, en mantras y yantras que nos ayudan a concentrar la energía que necesitamos para la sanación que vamos a realizar. ¿Acaso los católicos unen sus manos o recitan una oración para invocar al demonio? ¿Por qué han de pensar que los practicantes de Reiki sí?
– Puedo afirmar con alegría, que desde que comencé a enseñar Reiki he encontrado bastantes personas «peleadas» con la religión católica y que de la mano de Reiki no sólo se han reconciliado con ella, sino que han comenzado a vivir su espiritualidad y a comprender el mensaje de Jesús. Me siento muy feliz de afirmar que soy una de ellas.
En resumen, puedo decir con orgullo que entre mi familia de Reiki se encuentran enfermeras, maestros, informáticos, biólogos, taxistas, psicólogos, cocineros, contables, administrativos, comerciales, artistas, parados, católicos, musulmanes, budistas, agnósticos… personas aceptadas socialmente que lo que les hace especiales no es su condición, sino que además son: Generosas, voluntariosas, empáticas, amables; no juzgan, miran a los ojos, son sinceras, alegres, equilibradas, sienten que los problemas de los demás son sus problemas, te abrazan, te besan, te hacen sentir bien nada más conocerte, están deseando que te sanes si estás enfermo y no dudan en enviarte Reiki aunque no te hayan visto nunca. Jamás hablan de demonios porque piensan y sienten que lo único realmente auténtico es el AMOR, lo demás está en nuestra cabeza, si quieres que esté. Entran a una Iglesia y se sienten cerca de Dios, aunque no vayan a misa el domingo; también se sienten cerca de Él cuando colocan sus manos sobre otra persona y le ayudan a sanar un dolor.
Es interminable la lista de cosas positivas que puedo contar del Reiki, la de cosas negativas sin embargo, no contiene ningún punto.
Por todo ello invito con todo mi corazón a todos, especialmente a aquellos que hablan barbaridades sobre Reiki, que vengan a conocerlo, porque todos, absolutamente todos son bienvenidos. No tengan la menor duda de que hay un practicante de Reiki esperándoles con los brazos y el corazón abiertos de par en par.