No me canso de decir que Reiki es un Camino de Vida que emprendes en el momento en el que la Energía entra en tu cuerpo y se pone manos a la obra.
Son muchos los cambios que se producen en tí, no sólo a nivel físico, emocional, mental o espiritual. El Reiki además reordena tu vida de manera que, en un espacio de tiempo no demasiado largo, al mirar atrás compruebas que las piezas han ido encajando en su sitio sin ningún esfuerzo. Tu rompecabezas antes parecía imposible de continuar y ahora él solito te muestra el paisaje de tu vida con todos sus matices brillando bajo la luz dorada del Universo.
Cuando además comienzas ésta senda sucede algo muy llamativo que hace el camino más maravilloso aún: empiezas a rodearte de personas con muchísima afinidad contigo y con las cuales cada vez te sientes más identificado y más unido también a todos los niveles. Suele suceder que el día que las conoces te parecen muy diferentes a tí: pero cuando comienzas a compartir, ves tu reflejo en su sonrisa, en sus vivencias, en sus pensamientos, en su filosofía, en sus manos, en su abrazo…
Y con el paso de los días y semanas sin remedio formas parte de una nueva Familia de Reiki con la que pasarías el resto de las las Navidades que quedan por venir.
Son muchos los matices de éste Camino de Vida, pero uno sólo el que caracteriza a todo aquel que lo emprende: y es el de la energía del corazón danzando alegremente entre sus caminantes y ordenando sus vidas en un perfecto rompecabezas en el que todos tienen piezas en común.
Te deseo un muy feliz día
Montse Carracedo
Maestra de Reiki