Para las personas que comienzan un camino evolutivo consciente, se vuelve de vital importancia mantener una vibración elevada.
Es importante porque cuando más alto vibramos, más conectados nos sentimos con la vida, con la Tierra, con el Universo y sobre todo, con nosotros mismos. Y desde ahí, desde esa conexión todo se vuelve fluido, fácil y natural.
Seguramente habrás experimentado algún momento de tu vida en el cual has sentido un «punto de inflexión». Bien porque hayas incorporado nuevas enseñanzas, hayas recibido alguna sintonización energética, hayas superado un karma… Ese momento único en el que ya no vuelves a ser el mismo y pasas a convertirte en una versión mejorada de tí, suele venir acompañado de una subida de vibración. El alma sostendrá a partir de ese momento, la vibración más elevada que sea capaz de sostener, siendo ésta la necesaria para su momento evolutivo.
Y a partir de ahí nuestra vida en general, se transforma. Comenzamos a emitir una nueva vibración y atraemos a nuestra vida todo aquello que se encuentra en la misma frecuencia. Al tratarse de una vibración más elevada, atraemos situaciones, personas y experiencias más amables, amorosas y felices, y nosotros mismos internamente nos sentimos también de ese modo.
En resumen, nuestra nueva vibración nos gusta y no queremos perderla. Por ello, es muy importante conocer en qué momentos nos puede bajar, cómo evitarlo y cómo volver a ella.
1. Cómo baja la vibración
- Albergando en mi interior sentimientos negativos
- En ambientes de discusión y agresividad
- Practicando la crítica, el juicio hacia todo y hacia uno mismo
- Cuando en mi vida ocurren acontecimientos tristes y cuya superación me resulta difícil
- En lugares atestados de gente
- Dejando que el miedo se instale en mi interior
- Cultivando el pensamiento negativo continuo
- No creyendo en mi mismo
- Por la baja autoestima
- Consumiendo drogas, alcohol…
- Practicando magia, rituales o cualquier práctica en la que entrego mi poder personal
2. Cómo protegernos para que la vibración no nos baje
- Llevando una buena alimentación
- Frecuentando lugares que tengan una vibración alta, sobre todo en la naturaleza (bosques, ríos…)
- A través del pensamiento positivo
- Realizando prácticas holísticas que cuiden cuerpo, mente y espíritu (Yoga, meditación, Reiki…)
- Realizando ejercicio físico
- Durmiendo las horas necesarias
- Hablando desde el corazón
- Utilizando cristales de cuarzo como colgantes o situándolos en lugares importantes de la casa
- A través de símbolos de poder, en amulentos o colocándolos en lugares visibles (símbolos de Reiki, Geometría Sagrada…)
- A través de herramientas vibracionales en la frecuencia del amor (Reiki, Registros Akáshicos, Ho’Oponopono…)
- Tratando de cultivar sentimientos positivos de amor, compasión, empatía…
- Pidiendo ayuda y protección a maestros y guías
3. Cómo limpiar nuestra energía y recuperar la vibración
- Practicando o recibiendo una sesión de una terapia vibracional (Reiki, Cuancos Tibetanos…)
- Limpiando nuestro aura con sal, incienso, palo santo… lo mismo para el hogar y lugar de trabajo
- Paseando por un bosque, abrazando árboles, cuidando animales, cultivando un huerto y cualquier actividad en contacto con la naturaleza
- Realizando actividades creativas y artísticas que se nos den especialmente bien, aquellas que nos permiten sacar lo mejor de nosotros mismos
- Meditando cada día al menos 5 minutos
- Accediendo a los Registros Akáshicos
- Practicando Ho’Oponopono
- Cultivando una mente amorosa…
Recuerda: Al igual que cada día limpias y cuidas tu cuerpo físico, tu cuerpo energético requiere atención. No olvides que la energía va antes que la manifestación en el mundo físico; cuando desatendemos nuestro cuerpo energético aparece la enfermedad (bajada de vibración=bajada de defensas).
A partir de ahora, no te olvides la importancia de mantener una vibración elevada.
¡Vamos a vibrar alto!