Levantarte por la mañana y respirar…
ABRIR bien los pulmones; ensanchar el corazón.
Asomarte a la ventana y mirar con el alma.
Los pájaros, el sol, las nubes, el cielo infinito…
AGRADECER
Conectarte con todo. Con la realidad que te envuelve.
Con tu Ser. Con la vida que te recorre.
Con quien amas, con quien te ama.
Con quien no amas y no te ama.
Con la Fuente creadora que se encuentra en todo.
CONECTARTE a la vida.
Mirar a los ojos, sonreir.
Abrazar si así se precisa. Escuchar.
Hablar con el corazón.
ESTAR presente. Fluir.
CREER que todo es perfecto. Y saber que lo es.
Y vivir de ese modo. ¡Sin miedo!
Siempre adelante, sabiéndote en tu lugar.
Sabiéndo a cada uno en el suyo.
Comprender. Que cada uno es quien es.
Que todos somos lo mismo. Unos antes, otros después.
Experimentando la vida. Aprendiendo a Ser.
Que uno también fue lo que el otro hoy es.
Y precisó del amor. De la compasión. Del perdón.
COMPRENDER. AMAR. COMPADECER. PERDONAR.
A todos y a todo. Por que ese es el único modo de cambiar.
De elevar, de honrar la vida. De crear.
A través del Amor. Del Amor, del Amor…
Un mundo perfecto, armónico, feliz.
De luces y abrazos.
De razas, de especies, de libertades.
De bailes de colores y sonrisas blancas.
De almas, bosques y océanos limpios,
De animales sin sangre y manos de caricias.
Tumbarme bajo un manto de estrellas. Estremecerme.
Sentir su vibración. Conectarme con ellas.
Agradecer el gran día que se ha ido. Y ha impregnado mi alma.
Saberme mejorado. Un poquito cada día.
A pesar de los pesares. AGRADECER.