Bonita palabra, resonancia.
Pero a nadie le gustan los granos en la frente. Normal.
Después de tanto ir y venir, subir y bajar, entrar y salir… seguro-seguro que casi todos sabemos que; por mucho que nos empeñemos en algo, si no es para nosotros, las fuerzas invisibles lo alejarán de nuestra vida de manera inevitable. Y del mismo modo, cuando algo ha de ser, será. Y podremos echarnos a correr en la dirección opuesta pero, si es para nosotros nos acabará encontrando.
¡Qué mágico y entretenido se antoja esto! Y realmente lo es. Y es que, aunque nuestras piernas y nuestro cerebro marquen al sur, si la brújula de nuestro corazón indica el norte, ahí es donde dirigiremos la magia.
Ahora bien, es importante saber qué esta brújula funciona por resonancia. Es un imán que atrae todo lo que vibra en su misma sintonía.
“Ostrás, entonces esta rachita chunga que llevo, con situaciones chungas y personas chungas… ¿Atiende a que mi corazón ha emitido cosas chungas?”
¡Voilá! Va a ser que sí… y seguramente así, de sopetón, como que no lo ves. Pero si te observas con mas mimo, seguro que te das cuenta de que últimamente no has estado demasiado positivo.
¡Pero eso ya no importa! Lo realmente interesante de ésto es comprender que somos magos alquimistas. ¡Si! Podemos usar este truquillo para transformar nuestra realidad. Podemos crear un entorno bello, apacible, alegre y amoroso solo con emitir, a través del corazón emociones que vibren así, alto, bello y amoroso.
Somos energía y estamos rodeados de energía. Emitimos y atraemos energía. Y lo hacemos siempre por resonancia. Lo que emitimos es lo que atraemos.
“Llevo mucho tiempo tratando de atraer a mi vida abundancia (de la buena) y no funciona. Me siento fracasado, inútil y muy pobre. Y me ha salido un grano en la frente…”
Haaaala, ¿Algo más? Ahí lo tienes: lo que sientes es lo que atraes. Fracaso, pobreza y granos en la frente.
Aleja de tu vida el pensamiento negativo. Cultiva una mente serena y amorosa que despierte en tu corazón sentimientos positivos y amorosos. Ahí reside la magia. Así trabaja el alquimista que logra crear de la nada un tesoro.
Una cosa más: todo esto nos hace responsables. Así que ya no vale echarle la culpa al vecino chungo. Eres el único artífice de tu vida así que, toma las riendas y cambia tu realidad.
¡Vamos a cambiar el mundo! Que sí, así uno a uno. Y luego todos juntos conformamos el planeta que soñamos. Claro que sí.