Lo más fácil y lo que solemos a hacer la primera vez que esto nos sucede es huir de la quema y levantar las manos del cuerpo del paciente; si además somos varios los que estamos dando Reiki (como nos sucede en las clases prácticas de los sábados) dejamos al vecino que continúe no vaya a ser que esto que me está pasando termine en chaparrón.
En realidad que esto suceda es una muy buena señal: algo se está removiendo no sólo dentro de ti, sino dentro de la persona que se encuentra en tus manos. El despertar de ese sentimiento es el aviso de que un bloqueo emocional está dispuesto a sanarse y está dando la señal a través del llamado Efecto Diapasón.
“El Efecto Diapasón consiste en la conexión emocional entre terapeuta y paciente y que se reconoce como un sentimiento común a ambos que surge de repente durante el tratamiento. En ese caso la sanación del uno implica la sanación del otro.”
En el caso de que aparezca dicho efecto debemos ser valientes y observar nuestra emoción: ¿Qué es esto que se está removiendo dentro de mí? Piensa que se trata de una muy buena oportunidad de sanar tus propias heridas y que cuando termines vas a caminar más ligero de equipaje y vas a estar preparado para afrontar nuevos retos que la vida te tiene preparados. Por supuesto que además, y es para ello para lo que estabas trabajando, vas a ayudar al otro a sanar un bloqueo emocional.
Siempre que durante una sesión de Reiki se rompa un bloqueo de éste tipo coloca tus manos en el chakra del corazón de tu paciente y proyecta todo tu amor y tus ganas de ayudar sobre él. Acompáñalo durante el tiempo que necesite con tus manos en su chakra y cuando sientas que comienza a sentir alivio, visualiza un rayo de luz dorada saliendo a través de tus manos y llenando su pecho: el Reiki está inundando el hueco que ha dejado el bloqueo al romperse, está cubriendo de luz dorada cada rincón de su corazón.
Después de la sanación el paciente suele tener frío, por ello se recomienda tener a mano una mantita.
Lo más característico es la sonrisa llena de ternura y agradecimiento que luce el paciente y que invita a darle un abrazo de celebración y complicidad. No te cortes a la hora de dárselo, es la mejor manera de sellar un trabajo de desbloqueo emocional durante una sesión de Reiki.
Montse Carracedo
Maestra de Reiki