Es el momento de cambiar nuestro paisaje interior y aprovechar la nueva energía que trae el Equinoccio de Primavera para renovarnos después del letargo invernal.
Abre las ventanas de par en par y respira profundamente el olor a tierra mojada. Siente cómo penetra en todo tu ser y limpia la suciedad acumulada durante el invierno.
Renuévate. Elimina pensamientos estancos que no conducen a ninguna parte. Deja que la lluvia los arrastre uno a uno, como los hilos de agua que se forman en la tierra después de un chaparrón.
Respira limpio. Sonríe.
Y comienza a sentir cómo brotan nuevos proyectos, ideas, formas… Aliméntalos con cada inspiración y con cada rayo del sol.
Crea un paisaje primaveral dentro de ti con tus flores favoritas. Deléitate con los olores, el sonido del agua, de los pájaros, con la brisa que mece las flores.
Cárgate con la energía de la Tierra. Descálzate y siente cómo sube por tus piernas y rebosa tu corazón.
Sonríe por la calle, que tu paisaje interior sea el reflejo en tus ojos.